La invencible armada española navegó este dÃa, 19 de mayo de 1588, para conquistar a Inglaterra. La reina Elizabeth dependÃa de Sir Francis Drake, quien usó embarcaciones pequeñas y más veloces y, con gran ingenio, a medianoche envió barcos encendidos hacia donde los españoles estaban anclados, haciendo que se dispersaran en pánico. Ayudado por los vientos, la mitad de la naval española habÃa sido destruida. Si Inglaterra hubiera perdido, no habrÃan existido los Peregrinos, Nueva Inglaterra, ni Estados Unidos. Después del evento, en 1588, en Holanda se imprimió una moneda que de un lado mostraba a los barcos de la armada española hundiéndose y del otro lado a los hombres arrodillados bajo la inscripción "El hombre propone, Dios dispone".