El 11 de octubre de 1798, el Presidente John Adams, en una carta, se dirigió a los oficiales de la Primera Brigada de la 3ª División de la Milicia de Massachusetts diciendo: "No tenemos un gobierno armado con un poder capaz de contender con pasiones humanas no controladas por la moral y la religión. Avaricia, ambición, venganza o galanterÃa romperán las cuerdas más fuertes de nuestra Constitución conforme una ballena pasa la red. Nuestra constitución fue hecha sólo para gente moral y religiosa. Es totalmente inadecuada para el gobierno de cualquier otro".